Los epígrafes bilingües son el resultado más visible de los contactos y la negociación entre dos culturas, ya que contienen, teóricamente, varias versiones del mismo texto adaptadas a sus respectivos potenciales lectores. Uno de los aspectos más interesantes de las inscripciones en dos (o más) lenguas es que las traducciones frecuentemente no pueden ser literales cuando se refieren a elementos específicos de cada civilización. Uno de los ámbitos que dio lugar a la búsqueda más creativa de recursos traductivos es el religioso, puesto que cada sociedad contaba con su propio sistema teológico y las expresiones a él ligadas.